30 de Noviembre de 2010

Hoy se ha cumplido uno de mis pequeños sueños: ver nevar en la muy noble, antigua y venerable urbe de León, mi nuevo hogar. Os parecerá la tontería más grande del mundo, pero tenía muchas ganas de que nevase. 

Siempre que nieva pienso que la Naturaleza, esa gran madre sabia y perfecta que siempre sabe qué hacer, además de estar anunciando la futura llegada de la estación invernal, intenta hacer desaparecer momentáneamente nuestro mundo lleno de imperfecciones, escondiéndolo bajo su manto blanco y puro que parece hecho de trocitos de nube.

Me gustan los días de nieve, me ayudan a pensar, aunque pensar no sea siempre bueno.

Día tranquilo, sin más. Hace frío y el sol no calienta nada. Vuelven a mi memoria esos días de principio de curso en Astorga, qué recuerdos.

Y mañana será otro día ...

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