"Qué lástima, esperaba que la velada aún no hubiese terminado. Me preguntaba si le gustaría enseñarme su alcoba. Por supuesto, si la señorita Crawley me da permiso... No se burle. Vamos capitán, no imaginará que voy a hacer algo que enfade a su tía. Creía que usted y yo nos habíamos entendido. Pues entienda esto: tan solo dos hombres entrarán en mi alcoba, mi esposo y el médico"
La feria de las vanidades
Lunes relajado, sin sobresaltos. Pocas clases y muchas risas. Con los hombros reventados por culpa del maldito portátil. Queda poco para unas vacaciones llenas de hojas y hojas de apuntes. El viernes, probablemente, café con Maria Jesús en el IES. Venid a mí, recuerdos.
Y mañana será otro día ...
3 comentarios:
Oh, pues lo tiene fácil, que se haga médico o que se case con ella.
Me encanta tu entrada, pero el comentario de Ámbar es brutal! xD
¡¡¿Has leído a William M. Thackeray?!!
Fallezco.
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