Hoy, Eos se ha colado por las rendijas de la persiana y me ha despertado acariciándome con sus rosáceos dedos. Me he asomado por la ventana y el frío me ha dado una bofetada así porque sí. La lluvia de esta noche no ha conseguido derretir por completo los restos de nieve que rodeaban mi casa, nieve 1 - lluvia 0.
La leche estaba demasiado caliente, me quemé la lengua. Intenté hablar, me oía raro, diferente a como me oigo siempre. No sé, fue ... ¿especial? Podría decirse que sí, aunque todo se desvaneció cuando mi lengua volvió a ser la de antes. Efímeramente efímero. Durante la comida explota una granada: mi abuelo se enfada, cuerpo a tierra. Mira para otro lado y sigue comiendo, no te metas.
El resto del día normal. El tiempo se ha templado un poco gracias a la lluvia, aunque sigue haciendo frío. Tarde con Sara estudiando Historia de nuevo y una pequeña escapadita para tomar café. Mañana toca ponerse a trabajar en serio, que hay muchas cosas que hacer.
3 comentarios:
Lo de la nieve es muy bonito :D
Me gusta tu domingo ;)
Me gusta no enterarme de la misa la media :D
me he estresado.
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